El vacio existencial postmoderno

El vacio existencial postmoderno

5/6/2025

La paradoja de la libertad total

Vivimos en una época en la todo está al alcance de un click: en internet tenemos todo el conocimiento del mundo que la humanidad ha recolectado a traves las eras, un catálogo de entretenimiento a la carta perfectamente diseñado a nuestros gustos y un número de conexiones que trascienden fronteras. Pero paradójicamente, nunca antes se habia experimentado tal desorientación y vacio en nuestras vidas.

La sociedad postmoderna con su marcado énfasis en el materialista, individualista que a menudo roza el aislamiento, un relativismo que rompe cualquier certeza, ha disuleto muchos de los pilares que antes daban sentido a la existencia humana: la importancia de la comunidad, la trascendencia de la espiritualidad y la claridad de un propósito colectivo.

En este contexto, la obra del sociólogo y filósofo Zygmunt Bauman (1925-2017) se vuelve particularmente evidente. Su concepto de la “modernidad líquida” describe inestabilidad y la falta de solidez de las estructuras sociales, las relaciones y las identidades en nuestra era. Así como cualquier líquido carece de forma fija y se adapta al recipiente que lo contiene, las instituciones, los vinculos sociales y las estructuras de la vida son maleables, transitorios y en constante cambio.

Esta “licuación” de la realidad es la principal causa de nuestro vacio existencial. Si las estructuras que antes nos ofrecían seguridad y pertenencia se han vuelto efímeras, la busqueda de un sentido duradero se vuelve una batalla mas ardua. Los comprimimos a largo plazo ahora son percibidos como una carga en un mundo que premia la flexibilidad y la adaptabilidad constante. Las identidades se vuelven proyectos inacabables, donde nunca se logra una construcción de sentido de si mismo.

En este escenario fluido e incierto que Bauman describe, la reflexión sobre el pasado adquiere una nueva urgencia. No se trata de buscar un refugio nostálgico en un pasado idealizado, sino de identificar aquellos elementos de las sociedades pre-modernas que ofrecían una mayor solidez y sentido de pertenencia. Comprender cómo se construían las comunidades, cómo se cultivaba la conexión con lo trascendente y cómo se mantenían valores compartidos puede ofrecernos valiosas lecciones para navegar las aguas turbulentas de la modernidad líquida y mitigar la sensación de vacío existencial que la caracteriza. La tarea pendiente es, quizás, encontrar nuevas formas de construir “sólidos” en un mundo inherentemente líquido, de forjar lazos duraderos y encontrar un propósito trascendente en un contexto de cambio constante.

En la modernidad líquida, la libertad es el valor supremo, pero sin vínculos, la libertad se convierte en vacío.
Zygmunt Bauman

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